jueves, 22 de diciembre de 2011

Percibir, comprenderse, ser el ruido en el silencio, la paz en el alboroto


Calzado de auriculares, inundando su mente de sonidos. Camina bajo el brillo del día, lo acompañan las gafas para el sol que riega su alma, fotosíntesis mental en cada paso. Vuela entre melodías mientras percibe, encerrado en su burbuja transparente, el mundo en pleno movimiento.  Viaje astral en conciencia, se sueña, pero no está durmiendo, se dibuja entre la gente. Observa, conecta desde el interior.  La luz lo envuelve, desde afuera y desde el rincón mas oscuro de su interior, brilla en rictus espontáneos, se deja arrastrar a otras dimensiones en un coro que electrifica preguntándole luego si "esta alguien recibiendo lo mejor de ti?", y, alejado de la interpretación de un amor quebrado de esa canción, se interpela... "¿estamos todos recibiendo lo mejor de mi?".
Como lograr ser lo mejor para todos, lo persigue la aceptación de la aceptación para que pueda comprender que la búsqueda de la felicidad debe ser el andar en si mismo, el abrazar cada momento.  El cielo lo encuentra nuevamente, lo embriaga al mirar hacia arriba al tiempo que patea cada escalón.  Retoma la vida fuera de los túneles de transporte, camina alborotado, algo embriagado de vida, entre el el desconcierto general de una ciudad que vive sin tener muy claro si sabe hacia donde se dirige.  Pasea entre la locura de miles, muchos de los cuales, ya no se cuestionan porque andan, no quieren andar preguntándose la razón de sus sueños.  Deambula, transita entre personas, y pregunta, cuestiona, necesita saber que es lo que los demás sigan, necesita saber que es lo que nos conecta a unos y otros.  Su curiosidad lo succiona hacia un punto vacío, donde la nada y el todo se juntan, donde simplemente el silencio charla y el movimiento descansa.  El banco de plaza lo espera, las palomas picotean del piso y lo observan.  El atardecer lo encuentra frente a la estación de tren, puede detenerse a ver el rápido huir de los trabajadores a su casa, sabe que es el momento que mas ansían de su jornada.  Sigue sin comprender como las sociedades abandonan todo lo que aman para intercambiar casi todo su tiempo por el dinero que le permita (o se acerque lo mas posible en muchos casos), "mantener" aquello que aman.  La ironía de la vida, siempre riendo, siempre de manifiesto, provocando.  El sueño lo sueña, imagina su imaginación volando.  Despierta en soledad, el universo quedo atrapado del otro lado de su mente y es ahora que puede verlo con claridad, desde la perspectiva de quien observa otro planeta.  Ahora es tiempo de despertar, de asumir lo que le toca y de seguir en su burbuja buscando el camino de retorno a Júpiter.

1 comentario:

Delfenar dijo...

.....aunque hayas venido d jupiter o marte o el q fuere, todos tamos aqui, en la Tierra, al hacer del ahora el mejor momento, logramos bien estar para nosotros y quienes nos rodean. Fe en ti!!! abrazo cosmico