Liberando, escribiendo, construyendo

Hijos del desconcierto, invadidos por miedos que nunca fueron nuestros.
Ruidos que hacen besos, silencios que hacen despedidas.
Es un lunes algo fresco, el cielo despejado colma de paz el living.

Celebrando el renacer, encendiendo la mente, durmiendo los demonios.
Me transporto sobre una cinta sin fin compuesta por eslabones de pequeños videoclips de mi vida.
La melodía de viejas canciones adornan el desayuno.

Dark side of my mind

Lonely as a street dog, blind as a bat, slow as turtle… fooling around in this strange town.
Like a bleeding animal running away from it’s hunter, hiding in the forest, while the heartbeats increase their speed and a cold breeze starts floating from within.
Another night, another trap… more blood…

Conversando con otros universos

Siento en ocasiones que soy tanto mejor para comunicarme de forma escrita que quisiera hacer un voto de eterno silencio.  Es que a veces siento que soy de Mercurio, como si hablara ya ni siquiera en otro idioma.  Interlocutores que ni saben de lo que hablo y yo no comprendo nada de lo que me dicen.  Tanta letra, tanta demencia, tanto recorrer el limite, música de cielo e infierno, sonidos de todos los estados emocionales.

El saber

Todos sabemos lo que hay que hacer ante cierta situación. Somos maestros y aprendices a lo largo de todo el camino. El tema no es saber, el saber es inherente a la sociedad en su conjunto, a los animales, a los seres humanos, al universo. Cuando planteamos algo que en ese momento es para nosotros un problema los consejos, enseñanzas, advertencias, sugerencias o devoluciones que obtendremos seguramente tendrán en el fondo, sin importar de quien provengan, una lógica que nosotros veríamos acertada; de hecho seguramente en algún lugar es algo que aconsejaríamos, advertiríamos o sugeriríamos quizás a otra persona en busca de alternativas.