miércoles, 4 de noviembre de 2015

Pura melodía del corazón

Llegaste sorprendiendo.  Viniste para deslumbrarnos.  Al principio no te comprendía, no sabía que querías, ni que necesitabas.  Me hipnotizaba tu mirada, me atrapaba sonriendo cuando vos me sonreías.  Me sostenías de la mano y sentía que me transportabas a tu dimensión... a ese lugar donde todo es nuevo, donde todo es posible, donde cada segundo es un descubrimiento.  Me perdí algunos momentos (siempre pensando en el rol de "adulto" en ocuparme plenamente del trabajo y lo profesional) y en la primera de cambio ya habías dejado de gatear para empezar a dar tus propios pasos.