¡Hace lo que te gusta!

Dicen que si hacés lo que te gusta nunca tendrás que "trabajar".  Si bien, desde que tengo consciencia de esa frase he estado de acuerdo con los años comprendí, a mi humilde entender, que es una falacia.  El hombre es, lamentablemente, un animal de costumbre (naturalmente eramos nómades, luego comenzamos a "ranchar" para "papear" y bueno, de allí a aquí nos tomó bastante poco empezar a actuar de forma desenfrenada.
Seguramente se vendrán cambios, porque la vorágine con la que se vive hoy día nos atropella por momentos.  Hay que hacer cosas que nos gustan, pero no dejan de ser un trabajo.  Si viviéramos en las sierras (Mina Clavero querido...), viviendo otra vida incluso, tendríamos que regar las plantas, sembrar, cosechar, aprender, descansar.  Aquí y ahora es lo mismo, hay que hacer lo que a uno le gusta, hay que producir, hay que experimentar y tratar de sacar algo de ello para nuevas acciones.  Nos toca hacer, nos toca equilibrar, en la hipotética vida (de entre mis 5 opciones) natural, o en la alocada Buenos Aires, hay que aceptar lo que elegimos, lo que nos pasa, lo que queremos, nuestras confusiones, nuestros errores, las consecuencias, nuestros aciertos, nuestras verdades, nuestros sueños, nuestras miserias, nuestro temple, nuestra cobardía, nuestro dolor, nuestro corazón, nuestra sonrisa... nos exponemos al mundo y allí nos aventuramos tratando de aprender, trabajando en sembrar, regar, cuidar y cosechar.  Trabajamos diariamente para construir nuestras vidas.  Pero como en todo debe haber un equilibrio, no debe faltar el momento para estar con amigos, para tomarse un día con ellos, con nuestros seres queridos, la familia.  Que la lucha interna sea para gobernarnos, y para domar al agenda para descontracturarla sin descuidar la granja, pero para ir a compartir tiempo con esos farohumanitos que son parte de tu historia, de lo que sos.  El pasado al pasado, el hoy es futuro.  Hace lo que te gusta, no dejés de hacer, de trabajar, de pensar, de sentir,..