jueves, 22 de abril de 2010

El grito

Muerte en la pradera.  Un indio abrazado a su lanza.
El canto de los pájaros clamando por el suelo sagrado.
El monótono paseo del puma, tras los altos pastizales, de un lado a otro con su mirada fija en el hombre de trenzas largas y pómulos saltones.
La quena suena sobre el monte. 
El caballo galopa buscando libertad.
En el cielo los ángeles lloran viendo como los animales de piel clara y corazón oscuro matan a los jinetes de las estepas como si se tratara de una gran cacería, a los indígenas misteriosos que perduran vivos eternamente llevando en el viento del campo el grito agónico de “madre tierra”.


Nota: Este es un texto del 94, años guardado en una caja para ahora ver la luz!

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