lunes, 30 de mayo de 2011

Oficina de Consultas Sin Sentido Ni Respuesta Certera

Hace poco me preguntaron:
-¿Color favorito?.
Pensé y pensé, y respondí:
- No se (me tomó unos segundos para pensar como continuar)... Solía ser el azul (y automaticamente proseguí), hace mucho no pienso en un color preferido.
Por alguna razón mi interlocutora cree que es "genial esa respuesta, porque habla del contenido literario de la misma", tanto que le parece conmovedor, aunque yo no logro verlo.  Digo siempre las cosas así, escribo como hablo, hablo como pienso, escribo como pienso, sangro como escribo.  Creo que simplemente soy algo elocuente, pero en sí es sólo la forma en la que escupo palabras sin cesar; atando letras, abrazando otras. A veces me tortura. Son las palabras, debería leer mas, así recuerdo lo que escribo.
Vomito las palabras, por momentos una puta tortura.  Las percibo, las siento, son mi liberación y mi cadena, frito de las palabras, soy una ametralladora de letras escribiendo sobre un patíbulo, cosas que después borro volviendo a pintar ese cuarto en mi mente de celeste cielo hasta que lo dibuje de infierno en algún otro momento.  Es eso lo que me pasa, me arrebatan, las amo, las olvido, olvido que las escribí yo, que me las dije a mi cuando le hablaba a ella, o a cualquiera, y que a veces me dejo de escuchar y me pierdo.  Otras, me llevan de regreso, para dejarme abandonado en el medio de un desolado paisaje post bomba atómica.  Pierdo la inspiración y la encuentro magicamente en una conversación casual, en una charla en mi mente, en un viaje en bondi, en mensajes instantaneos por chat.  Lo bueno de la vida 2.0 es que algunas cosas que erupciono las tengo al alcance de la memoria reciente de la tecnología.
De nuevo a la desintonía, la inconexión, intoxicación, limpieza, la mugre y la luz que la ilumina, discos apilados, más afiches, volantes, recortes, entradas, encendedores y demases. Siguen pateando una a una, como equipo de futbol en el medio de un entrenamiento las letritas contra el arco; el arquero, claro, siempre ausente (debe estar ocupado viendo el cielo) y ahí van, una tras otra a la red donde no hay red, ni filtro, ni arquero, a la tribuna van.  Y otra vez la sinfonía de un tipeo eléctrico (otra vez la electricidad, ¿esto será culpa del colegio industrial?, ¿de que me apodaran Dinamo en un boliche donde trabaje en mi adolescencia?).
Sonidos modernos ya viejos, antiguas nuevas melodías abatiendo tu alma que no muestra mucho menos que tu cuerpo en el paso del tiempo.  Llego finalmente a la Oficina de Consultas Sin Sentido Ni Respuesta Certera:
- Que tal, buen dia (16 hs pueden llegar a ser), si (no se porque el si, pero es como que afirmo algo), quería hacer una consulta (no jodas, no podias ser menos obvio!)
- Buenas tardes, digame, ¿cual es su consulta? (responden del otro lado)
- ¿Ya soy adulto? (Pasa la bola de estambre, viento, silencio infinito, cero respuesta).
No quedo nadie detras de los mostradores, no hay nadie en los asientos de espera, el número es el 18 en el cartel de turnos, tengo el 19 en la mano... otra vez, pero esta vez mi numero nadie lo dirá, entonces la elección es mia, sin dependencia alguna. El vacio, el cuarto se desvanece, en el centro del cosmos nadando entre estrellas, satelites, basura cósmica (si, somos re modernos!!), agujeros negros, soles, lunas, planetas y formas que se dibujan en el infinito universo.  Me pierdo, me disperso. Vuelvo, nadie responde la pregunta, estoy desolado nuevamente.
¿Crecemos? Claro, como las plantas, algunos mas erguidos, otros enroscados (decí presente pelotudo, decí presente!!!! dice una voz en mi cabeza. No, disculpen el equivoco, no es ninguna voz, soy yo desde adentro... ¿o desde afuera?).  Me sacudo como si estuviera en el medio de un ataque de algun tipo, estilo o factor, en una frecuencia desconocida e irregular, me detengo aunque toda parte de mi ser se continua balanceando en la noche, sentado pintando cuadros en la mente, en un cuarto pequeño, en su capsula intergaláctica, asomando a la ventanilla para ver de donde viene y hacia a donde va.  El insomnio es parte de mi cuerpo o el tiempo esta desajustado de acuerdo al procesador neuronal ya medio averiado y con tanta bola de imagenes en la mente, tantos recuerdos, tantas palabras para construir (de toda esa ensalada) fotos que pasan como un proyector diparando diapositivas en mi corteza cerebral.  Es hora de dormir... o de despertar. De todas formas sonreiré y descansaré mi mente mirando el despejado cielo nocturno.

2 comentarios:

Delfenar dijo...

la vida 2.0! bien ahi!!!! el pensamiento es poder esta bueno q este en accion!!!!

Emi Gorza dijo...

me mantuviste siguiéndote el tobillo todo el puto relato, es excelente tu capacidad de describir las cosas y transmitir energias y sentimientos. casi siento q estoy al lado tuyo, adentro tuyo, inmersa en tu aceleracion y tu insomnio y tus dudas.
leerte es un dolor placentero, es una astilla q me rompe las pelotas todo el dia. y es hasta asfixiante, en fin, excelente. y reitero q me encanta q no hagas de la literatura una cosa planamente linda, como tantos.