sábado, 5 de febrero de 2011

Destino por azar, la suerte de lo inevitable

Deciciones al azar, destinos focalizados.  El hombre va dando pasos, creciendo su conciencia, sumando experiencias, cree saber haber decidido en pos de sus objetivos, gustos, sueños: cree poseer el poder del libre albedrío.  Sin embargo no es hasta que llega al siguiente paso que sabe con lo que se encuentra. Vive en el desafío de aceptar lo inesperado, de vivir lo no elegido, de elegir lo incierto.
Se marea, tropieza en la vereda rota (Agradece a Mauricio y su fucking plan de pavimentación contratada a sus empresas o asociados).  Se politiza, se concientiza, se informa (con data que puede no ser exacta, son sólo mas hechos al azar), se confunde, se entretiene, se compromete, se encuentra, se conecta, se pierde.  La busqueda lo escandaliza, los resultados lo azoran, la moneda en el piso es su cambio de suerte, el numero 19 lo espera para tomar una postura, una nueva acción. 
Deja algunas tareas para maltratar algunas letras, para desacomodar palabras bonitas y no tanto, articularlas a medida de sus pensamientos y sentimientos, a imagen de lo que quiere, lo que sueña, lo que anhela... no son mas que palabras y son mucho mas que palabras.  Es la extensión de su mente, el mapa desdibujado de un tesoro que no se sabe su valor, puede ser tan infimo como la suma mas simple, y al la vez la base de algo tan complejo como el cosmos mismo. 

Lo asusta la idea de tener miedo de tener miedo, de temer por el temor mismo, de asustarse de antemano por lo que puede ser un desagradable imprevisto. Estamos mal programados, estamos acondicionados en mayor parte a esperar el fracaso, el rechazo, la negación.  Estamos configurados de forma tal que nos es complejo aceptar nuestra existencia de forma pacifica.  El hombre se ve envuelto en un tornado de imagenes, textos, palabras, pensamientos que escapan de su mente, que iluminan su ser de ser, de pensar.  Procura meditar sobre lo que sucede, mira alrededor, compone nuevamente la lectura de lo real que observa, desde el teclado que casi es una extensión con sus dedos y los caracteres que se dibujan en el monitor; el agua que bebe, para hacer una pausa, y para limpiar su espíritu, experimenta hasta la gente que lo rodea, la música que no escucha, las voces que no le hablan, los sentimientos que no lo representan, las paredes que lo asfixian, la verdad a gritos que comienza en silencio a rodearlo y atraparlo como un cobijo en la noche fría.  Ideas que lo elevan lo encuentran en el limbo de una fiesta de miles de neuronas bailando en el mismo mar que las sacude.  Charlas que lo alumbran, que le muestran sus caminos.  El comienza a ver la sonrisa en su rostro, lentamente la sensacion de bienestar entra en su ser, puede lentamente relajarse, los hechos externos los puede reconocer, puede ver algunos desaciertos, claramente reconoce direcciones mas sanas y mas efectivas de acuerdo a ciertos propositos.
Se distingue de si mismo, como alejado de sí logra comprender su naturaleza por más ilógica que le resulte, el caos mismo del ser y no ser nada, de existir pero simplemente como una parte, de su fracción y su totalidad, del infinito que espera y que ya es en cada una de sus particulas. 
Respira, se sienta herguido, sonrie sin tapujos, esta resignificando su vida y es feliz de poder hacerlo.

No hay comentarios: